Una acampada genial… ¡dentro de casa!

Acampada

Imagen de Todd Dwyer

Aprovechando que en los últimos días os he hablado de una fiesta en casa de una amiga y de una extraña noche de campamento, voy a contar una de las anécdotas más divertidas y surrealistas de mi vida. No sé si me vais a creer, pero os aseguro que me ocurrió de verdad y que no voy a olvidarlo nunca.

Como decía, se trata de otra fiesta en casa de otra amiga, aunque en esta ocasión la anfitriona nos dijo que lleváramos saco de dormir porque íbamos a ser muchas y no había colchones suficientes.

Yo fui de las primeras en llegar y, por supuesto, llevaba saco de dormir. En realidad, las únicas que nos dieron una sorpresa fueron las dos últimas, que nos dijeron que no tenían saco. Ante nuestra insistencia y nuestra preocupación, quisieron tranquilizarnos diciendo que no tenían saco pero habían traído una tienda de campaña.

La cara que se nos quedó fue impresionante, como podréis imaginar. No terminábamos de entender cómo pretendían montar una tienda de campaña dentro del piso porque, lógicamente, no se podían clavar las piquetas en el suelo… Pero la tienda de campaña era una de las típicas que se usan en los jardines para que jueguen los niños y que no necesitan clavarse al suelo (además, a cubierto no hay ningún viento del que haya que protegerse).

En conclusión: tuvimos que asistir al divertido espectáculo de montar una tienda de campaña en el recibidor y ver cómo dos de mis amigas entraban en ella, haciendo esfuerzos para no darse codazos ni patadas. El espacio disponible era insuficiente para dos personas adultas, así que las pobres durmieron bastante mal y, a la mañana siguiente, se levantaron con dolores, quejas y risas.

Una anécdota inolvidable. ¿Os ha ocurrido alguna vez algo parecido?

Comenta :)